Bienvenidos al Cuaderno de bitácora de caminos y viajes insólitos rayanos en el onirismo.

Garganta Profunda con una buena Tunda (de Pavas y Pavos)

domingo, 13 de febrero de 2011

El punto de reunión para esta macroexcursión es nuestro propio domicilio en este caso. Como siempre ocurre cuando hay una parejita que ha formado su nidito de amor recientemente, toca esperar. Esperar a que tejan el mimbre de su pasión y se reconforten con 10 molletes y 20 colacaos, pues tal es el gasto energético en esta placentera etapa.
Por fin logramos salir, un coche tras otro, hasta un total de cuatro. Más vale que hubiésemos alquilado un microbus, con patrocinador y todo.
Tiernerín
Parecíamos la selección española, con la hinchada y todo: diez músicos y dos canes caminantes, dispuestos a pasar una agradable mañana de Domingo.
Primeros metros
La megaexcursión comenzó con un caminar alegre, tan alegre que casi hacemos el recorrido en un cuarto de hora. Y eso que el Guía de Paco Tilla iba gritando “es muy corto, es muy corto, no corré corasón, menoh pasoh quiero”. Nada. Ni puto caso. En fin, que llagamos al Arroyo de la Fuente Santa en menos que canta un gallo, cuando el Guía de Paco Tilla, ávido de soltar su impertinente rollo histórico, tan solo es escuchado, creemos que por pena, por la parejita feliz, Johnny Walker (Juan, er caminante) y Estefi Nocuerpo, que probablemente se hallaban en sopor postcoital, pues si no, no se explica cómo cayeron en las redes del pedante sermón.

Más adelante, a la derecha del sendero, llegamos a un curioso lavadero, mas no de autos: “EL LAVADO DEL ASTADO”. Contemplamos con estupor el desmedido aseo lingüístico de un cornudo (con perdón por algunos que se sientan aludidos), que poseía una bolsa escrotal del tamaño de Brasil. Con esos lengüetazos vimos cómo alguno/a se ponía más caliente que el queso de un San Jacobo, ante la insólita estampa de baño.
AUTOLAVADO "EL ASTADO"
Pronto, veríamos cómo nuestras ropitas, tan monas y limpias, tornarían en marranas tras pasar por los cientos de charcos que las lluvias pretéritas dejaran por estas tierras.
Romería de la Virgen del Lodo
Tras un segundo desayuno de lodo, procedimos al tercero, que sería un poco funesto, no por escasez, sino porque decidimos tomárnoslo delante de una de las tumbas antropomórficas del Parque. Curiosa estampa: una invisible Momia del pasado descansando en su última morada pétrea y nosotros venga a jalar bocatas de mortadela y queso. ¡Qué poco respeto queda en este Mundo!
Llano de las Tumbas
Tumba antropomórfica
Y entonces llegó la aparición: nuestros corazones (sobre todo el de Johnny Walker) casi se nos salen del pecho como a la novia de Mazinger Z. Un espectro en forma de estudiante de trombón, que tras consultar a la Ouija, resultó llamarse Cristina; una familiar del pasado y presente de Paco de Lucía.
Y para bajar la ruborización de Johnny, el Guía de Paco Tilla decide llevárselo a investigar dónde carajo se encuentra la tumba de Gabriel Moreno, el arrendatario del Molino de San José, que está más perdía que un profesor del Este a la hora de montar Guardia.
Tras serpentear unos pocos metros por la ladera se encontraron solos ante el peligro. De nuevo el infarto de Walker se acerca. Dos furiosos jabalíes nos esperan abajo. Sacamos la cámara con celeridad para inmortalizar nuestra primera vez (no piensen mal). Jamás habíamos visto nada semejante a tan pocos metros. Digo pocos, a escala del Zoom de Johnny, porque lo que es acercarnos, no nos acercamos ni de coña. ¡Qué valerosos caballeros! Teníamos más miedo que cuando el equipo directivo suelta un papelito el Jueves a última hora, temiendo con pavor un Claustro al día siguiente. Al final, resultaron ser un par de esos cerdos hibridados que existen en el Parque, y que no son tan fieros como parecían en un principio.
Retornamos al epitafio bocadillero con intención de buscar nuestra siguiente estación: la famosa Chorrera de la Garganta del Capitán.


“Todo se nubla a mi alrededor”, cantaban los Hombres G(ays). Y es que llegó una tormenta, y de las gordas. Bajo nuestros pies sentimos vibraciones como cuando Godzilla baila “el caballo camina pa´lante, el caballo camina pa´tras”. Han llegado. Son ellos. Mis queridos niños, con madres, bocatas y una terrible sed de encontrar tesoros por gps, eso que está tan de moda. Un huracán de Scouts a pleno sol. Salimos pitando de allí, antes de que taponaran al vacío la chorrera. Corrimos como gamos con chinchetas en las patas, y llegamos al salto de agua saltando como cabras por la ladera de alcornoques. Esta parte del recorrido le encantó a Barbie de Luto.


Y vuelve el terror en el espíritu de la expedición. Esta vez a SuperCan Rocky (porque Rocco era antes de su reciente castración) y a Coda Calor Aloscomensales se les pusieron las patas callosas de tanto frenar ante el obligado descenso a la poza. Finalmente, y con bastante sacrificio por parte de sus amos Trompaman U y Laura Violeta, logramos llegar abajo del todo.
Coda anclándose a la roca
Al fondo, Monitas (guapitas) en la jungla. A la derecha, intentando bajar a los canes
Ya allí, descansamos y volvimos a desayunar, algo que habíamos hecho solo tres veces. Esta expedición tiene más hambre que los pavos de Manolo, que se comieron unos a otros y el último se comió solo. Coda Calor Aloscomensales no quitaba ojo a Johnny Walker, bueno, no quitaba hocico, mejor dicho, pues el suculento manjar de pan relleno eran para el cánido oro para su vacío estómago. El Guía de Paco Tilla le lanzó un trozo de su tortilla, que rima y todo, mas la perra solo tenía ojitos para Johnny (¿Qué les das a todas, tío?).
Primeros "abducidos" por la Chorrera
En esto, llegó una pareja acompañada de tres animales más, y a la mamá de todos le dio por mojarse los pinreles en el agua gélida, poniéndosele los pezones como los dedos índices de King Kong. Pero ella, como si no pasara nada, desvió la mirada de sus tetas con una ademán de yogui (dedos en pinza cangrejera) para dirigirse a sus cachorros y decirle: ¡No, eh! ¡Eso no! , en flamante postura del loto: De lo to´ frío que estaba el chorro.
Sobre una roca, la Salsera de la mala follá granaína (bien follá por valenciano) soportó estoicamente junto a su chorbo la leyenda urbana que se cierne sobre la Garganta. Otro petulante sermón más de nuestro Guía.

Total, que cuando llevábamos allí un buen rato tranquilamente, descansando y reponiendo fuerzas, de nuevo, damas y caballeros, con todos ustedes: la espectro Cristina de Lucía, con compañía de baile y todo. ¿Es que no más hay sitios dende los alumnos puedan ir a disfrutar del fin de semana? Parece ser que no; que no encontraba lo que buscaba con ahínco roca tras roca. Jack Daniel creía que buscaban setas u hongos, no sabemos si alucinógenos para inspirarse con la vara de su trombón. Mas Johnny Walker, en un alarde de valentía, cruza el Estrecho de la Chorrera en la patera de sus flamantes y submarinas botas, con el propósito de atosigar a preguntas a la trombonera familia sobre el cometido de su búsqueda. Resulta que eran Scouts autónomos, también en busca del tesoro. Pero parecían buscar cangrejos, pues levantaban piedra tras piedra, encontrando más que el tesoro, agujetas para dos semanas seguidas.









Chorrera de la Garganta del capitán. Por cortesía de Trompaman U
Escuchamos llegar a más peña, y temiendo que fueran los tormentosos Scouts, decidimos subir con presteza. Pero antes de irnos de aquel lugar, quisimos probar el grosor de nuestras panzas, delinquiendo en forma de allanamiento de morada, de azulina cancela, que fue la que convertimos en el probador de nuestras lorzas. Uno, otro, otra, otro perro, otra perra (animal, claro)… hasta la totalidad de los contorsionistas entramos a duras penas por un agujero más estrecho que los pantalones de Lucky Luke. Tras tirar unas cuantas fotos, fuimos testigos del baño ritual de Coda, cuando, creyéndose Jesucristo, quiso caminar sobre las aguas, caminando hacia un resfriado futuro, tragando agua hasta casi vaciar la Chorrera.







Allanamiento de azulina. Por cortesía de Trompaman U
De regreso hacia el Alcornocal De Barbie Luto, aprovechamos la presencia del Esparraguero Mayor del Reyno de Málaga, de quien recibimos una master class a ras de suelo, explicándonos cómo diferenciar bien un ejemplar de otro.
"Pajarico que al alba me dexas"
En la ladera, el ruido del agua hace su efecto, y las nenas se esconden para hacer aguas menores. Después de tintar los hierbajos, proseguimos nuestra marcha, hasta que “oímos un rugido, frío y seco”, como cantaba la Jurado. Una piara de cerdos hibridados, con prole incluida, bajaba en tropel hacia nosotros. Y es que, acorralados por el tsunami amarillento de las meonas que corría ladera abajo, tuvieron que salvar sus vidas bajando a toda pastilla (o a toda pezuña) más rápidos que el coche de James Dean.
Huyendo de la agüita amarilla
Más adelante, Estefi Nocuerpo quiso rememorar su infancia de nadadora, imitando a sus ídolos acuáticos, cuando puso el pie directamente en el agua, y no en una piedra o un tronco, sumergiéndose y remojándose hasta la mismísima coquina al limón acuoso. Otra que quiso ser Jesucristo aquella mañana.

La Salsera de la mala follá granaína habló poco en el camino, para lo dicharachera que ella siempre ha sido; y es que, tó se pega menos lo bonito. Debería volver más a menudo. Se pasó casi toda la vuelta hablando con Magistrada Acelerada, la jueza de las Taquicardias.
Vestigio del pasado
SE BUSCA Caballo fugado de la Cárcel de Botafuegos. RECOMPENSA: 2 PARRILLADAS
Casi en el final de la excursión,  SuperCan Rocky, envalentonado para impresionar a su dama Coda Calor, púsose a ladrar con bramidos y a echarle cohones a una vaca retinta, que con solo levantar la pata podría haberle hecho pasar a mejor vida. Y Trompaman U, con la expresión tan fallera “ya se apañará”, pasó de su mascota como el que no quiere la cosa.

Mirada desafiante a Super Can Rocky
Finalmente, fuimos a buscar papeo, ya que esa mañana aun no habíamos probado bocado. Preguntamos primero en la Venta Marcos, donde asustados por nuestro atroz apetito, nos comunicaron que ya no les quedaban viandas. ¡Y eso que eran las 14,30 de un Domingo! Así que pusimos rumbo a otra Venta, en este caso la de José Mari, donde pudimos por fin saciar nuestros vacíos estómagos; decimos lo de vacíos porque tardaron en servirnos más de una hora. Mientras esperábamos nos jincamos dos botellas de Marqués del Riscal. ¡Vaya deportistas! Menos mal que la pitanza estaba bien buena. Y de colofón, un chupito de orujo de hierbas, que nos retorció el rostro, y terminó por recuperarnos con creces las calorías perdidas en la caminata. Si es que así no se puede adelgazar.

Gracias a tod@s por este agradable viaje. Esperemos que nos juntemos más veces. Sobre todo si es para jalar parrilladas a pares.

CURIOSIDADES

GARGANTA DEL CAPITÁN, ¿POR QUÉ ESE NOMBRE?

Hay una leyenda que cuenta que en noches de luna llena se aparece el espíritu de un tal Gabriel Moreno Pantisco sobre la Garganta. Luchó parece ser en la Guerra con Dinamarca, y que fue apodado a su regreso como “El Capitán”. Quiso restaurar la Constitución de Cádiz, conspirando contra el monarca absolutista Fernando VII, lo cual terminó en un intento frustrado, tras lo cual se echó al monte y se unió a un grupo de bandoleros, actuando como una especie de Robin Hood que repartía el botín robado a los viajeros para repartirlo entre los pobres.
Acosado por la Compañía de Escopeteros de Getares, destinada temporalmente a perseguir a quienes robaban en los caminos de la Sierra de Algeciras, se despeñó con el caballo o fue abatido a tiros, esto no está claro del todo. De ahí que el lugar de su muerte pasase a llamarse desde entonces como la Garganta del Capitán.

La gente cree que la tumba que se encuentra cerca del Molino de las Cuevas es la de este célebre bandolero. Pero parece ser que los restos de éste fueron depositados en una fosa común del cementerio de Algeciras. 

TUMBA DE GABRIEL RAMÓN MORENO, EL OTRO GABRIEL MORENO

La casualidad quiso que en la zona muriera otro Gabriel Moreno, pero en este caso era Gabriel Ramón Moreno. Su tumba se encuentra cerca del Molino de las Cuevas, y la gente piensa que pertenece a la sepultura de “El Capitán”. Pero las investigaciones han arrojado luz suficiente como para saber que se trataba del arrendatario del Molino de San José, y que murió a causa de la terrible epidemia de cólera morbo que hubo en Algeciras durante el Siglo XIX. Se encargó una cruz para la lápida a un cantero. El epitafio que puede leerse es el siguiente: “Aquí yace Gabriel Moreno, que falleció en 13 de junio de 1834 a los 77 años de edad”.
Pero como ya dije en párrafos anteriores, no pudimos visitar este sitio. Queremos hacerlo en breve. Que lo disfruten los que consigan verlo.
(Existen fotos en la web).
 
TUMBAS ANTROPOMORFICAS

En el Parque Natural de los Alcornocales se dan varias tumbas de este tipo (véase a modo de ejemplo las del alcornocal de Naveros, Los Banquetillos, Vejer de la Frontera). Los investigadores no se ponen de acuerdo en el origen de estas tumbas. Algunos no creen que se traten de tumbas prehistóricas, sino que piensan que son tardorromanas o visigodas. Se sospecha que servían para la inhumación de cadáveres o para la preparación de las momias.

ARROYO DE LA FUENTE SANTA, !SALUD!

Las aguas del Arroyo de la Fuente Santa, y las del Arroyo de la Negra, siempre tuvieron propiedades medicinales. El Arroyo de la Fuente Santa contaba con un manantial en la Dehesa del Saladillo, cuyas aguas hidrosulfúricas eran utilizadas por los algecireños para tratar afecciones cutáneas. Existía una alberca donde la población, durante la temporada de baños, acudía allí para recibir el beneficio de sus aguas. Incluso, en el Siglo XIX, se pensó en construir un balneario para fomentar el turismo, lo cual nunca se ejecutó, como tantas y tantas cosas prometidas a los algecireños a lo largo de su Historia.




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Frases y citas

"Sin Sol, no hay Vida. Sin Agua, no hay Vida. Sin Oxígeno, no hay Vida" Indio Huichol. Sierra Madre Occidental. México.

HOY: Música tranquilita

DEDICADO A TRANVIEROS, CON TODO EL CARIÑO.